No cabe duda de que, a día de hoy, todo gamer que se precie conserva alguna que otra consola de una generación pasada en casa; una Game Boy, una NES, una Nintendo 64, una PS One… y, seguramente, muchas de ellas pillando polvo (no nos engañemos). Sin embargo, hay una generación en concreto que marca un antes y un después para las empresas más importantes de la industria de los videojuegos; sí, hablamos de la séptima generación de consolas, en la cual comenzó la “eterna” guerra entre la Xbox de Microsoft y la PlayStation de Sony. ¿Por qué entrecomillo “eterna”? Porque está llegando a su fin.
Si bien es cierto que las consolas de Microsoft y Sony coincidieron por primera vez en la sexta generación, es decir, con la primera Xbox y la PlayStation 2 respectivamente, cabe aclarar que la rivalidad entre estos dos titanes de la industria empezó a ponerse seria en la siguiente, la séptima, con la confrontación de Xbox 360 y PlayStation 3. Dicho enfrentamiento comenzó inclinándose a favor de la primera consola de sobremesa de Microsoft, pues la PS3 tras su lanzamiento no fue precisamente bien acogida por la crítica, principalmente dado su elevado precio y por su catálogo, en aquel entonces aún falto de títulos capaces de sacar el rendimiento total que ofrecía la consola. No obstante, la balanza se fue equilibrando con el tiempo, pues Sony llegó a sacar dos modelos más de PS3 (Slim y Super Slim), ambas con un precio reducido respecto al del primer modelo en su lanzamiento, y el catálogo anteriormente mencionado fue cogiendo ritmo y llenándose de jugosos títulos que todos hemos tenido alguna vez en nuestras manos.
He mencionado que la balanza “se equilibró” debido a que esto no fue suficiente para que Sony superase a Microsoft en esta primera batalla de su gran guerra, pues Xbox 360 cuenta con un total de cinco modelos (Core, Premium, Arcade, Elite y Slim) que también fueron siendo lanzados al mercado a lo largo de la séptima generación. Esto, sumando el catálogo de exclusivos que tenía Xbox en aquel entonces, y añadiendo el hecho de que el precio de una de estas era algo inferior al de una PlaySatation 3… hizo que, por unas cosas u otras, siempre saltasen chispas entre ambas consolas.
¿SABÍAS QUE..?
- ...PlayStation 3 contó con un total de 70 exclusivos y Xbox 360 con 63?
- ...el número de ventas recogidas de Xbox 360 frente a PS3 es de 85,8 a 86,5 millones?
- ...en Xbox 360 debías pagar para poder jugar online (Xbox Live) y en PS3 (PS Network) no?
¿Por qué está llegando esta guerra a su fin? Bueno, realmente, debo corregirme: esta guerra ya ha terminado. Este post no es para comparar PlayStation y Xbox ni mucho menos, pues para eso ya hay uno tratando ese tema en la actual generación de consolas publicado, este post es para demostrar y explicar, mediante datos reales y argumentos, el por qué, a día de hoy, no merece la pena comprar una Xbox.
Para demostrar lo mencionado anteriormente, me basaré en un simple hecho: Xbox no tiene exclusivos. Los tenía, precisamente en la sexta generación brilló por muchos de ellos, pero a día de hoy los llamados “exclusivos de Xbox” deberían nombrarse “exclusivos de Microsoft” y, como ya todos sabemos, Microsoft no se limita únicamente a sacar juegos para consola, pues también lo hace para PC. ¿Adivináis qué juegos saca también para PC? ¡Exacto, los de Xbox! Por tanto, como conclusión y repitiéndome una vez más, Xbox no tiene exclusivos.
No tiene sentido alguno comprar una consola cuyos juegos podemos encontrar, no solo en un ordenador cuyas posibilidades en cuanto a características se refieren dan mil vueltas a cualquier consola del mercado actual (y del futuro, no nos engañemos), sino que además los encontraremos más baratos. Sí, de acuerdo, tal vez el lanzamiento de un mismo juego para Xbox y PC no sea simultaneo, pero el esperar a que un título salga para ordenador merece la pena por el simple hecho de que, como he mencionado, la potencia de estos es muy superior a la de las consolas, además de contar con una comunidad y número de usuarios mayor, por no hablar del no tener que gastarse dinero en pilas o tiempo en recargarlas… Creedme, la merece.
Ya no sirve el decir “es que la Xbox One X tiene más potencia y mejor resolución que la PS4 Pro” o “es que son 4K reales, no reescalados”… ahora, más bien, es momento de responder a las personas que se basan en esos “argumentos” con: ¿y por qué te conformas con eso? ¿Qué tiene tu Xbox que no pueda tener un PC? Porque eh, PlayStation y Nintendo sí que cuentan con exclusivos, a pesar de que ahora se estén dando casos de títulos que lo eran y que están siendo lanzados para PC, pero estamos hablando de una diferencia de años, no de meses. Solamente por ese motivo, y sin mencionar que los exclusivos de Sony son infinitamente mejores que los de Microsoft (pues lo son, además de ser más cantidad), ya merece la pena comprar una PS4. Cuando los exclusivos de Sony o Nintendo sean lanzados para PC dos meses después o a la vez que para sus consolas, diré lo mismo de estas que lo que estoy diciendo de la Xbox.
Por último, respecto a la retrocompatibilidad de la Xbox One, diré una sola cosa: Steam. Si no es ahí, en otra tienda oficial (y legal, por favor) de venta de juegos digitales para PC, encontraréis el título que os de la gana a un precio infinitamente más reducido frente al que tendría o tenga en consola.
Esto es una realidad: Xbox no merece la pena. A excepción de pocos títulos, tales como Forza, algún Gears o Halo 5, el cual no tardará en ser anunciado para PC (estimo finales de 2019 o inicios de 2020 para dicho anuncio, y en cualquier caso el lanzamiento del mismo será en el segundo año mencionado), Xbox no tiene ningún juego que no puedas encontrar o no esté ya anunciado para jugar en un ordenador; sin pagar online, sin comprar ni cargar pilas, sin sufrir por la falta de comunidad de un título específico, sin vender un riñón antes de cada nuevo lanzamiento… en resumen: teniendo un poco de cabeza.
CONCLUSIÓN: Xbox no merece la pena dada su poca y casi nula exclusividad en su catálogo. Esto no quita que exista gente que prefiera jugar en consola antes que en PC, como un servidor, ni mucho menos significa que el jugar en uno termine siendo más asequible que el hacerlo en una consola, pero respecto a qué merece más la pena... La respuesta es obvia.
Juliux, director de Gamotaku y “Sonyer con argumentos”.
Comments