Ante el próximo anuncio de la nueva generación de consolas, todos los amantes de los videojuegos nos hacemos las mismas preguntas: ¿qué potencian tendrán? ¿Vendrán con lector de discos? ¿Serán muy caras? Sin embargo, un posible futuro podría cambiar nuestra concepción del mundo de los videojuegos tal y como lo conocemos, revolucionando los próximos movimientos que se den dentro del sector. Hablamos de nada más y nada menos que de los videojuegos en la nube o cloud gaming en inglés.
El concepto de los videojuegos en la nube no es nuevo. Esta tecnología fue mostrada por primera vez en el E3 del año 2000 y consiste básicamente en permitir que el usuario no tenga que comprar o actualizar su estación de videojuegos con cada salto generacional de procesadores o debido a la aparición de nuevas tecnologías de procesamiento de imagen como el ray tracing. En vez de comprar un hardware que puede quedar desfasado enseguida, la empresa ofrece un servicio donde el usuario recibe la señal de video del videojuego que quiere en cualquier dispositivo. Este videojuego estaría siendo ejecutado en los servidores de la empresa y el usuario lo único que tiene que elegir es qué capacidad de procesamiento quiere o qué calidad de juego necesita. De esta manera, cada jugador pagaría realmente por la capacidad de procesamiento que precisa o desea. Por ejemplo, para jugar al Age of Empires 2 del año 1999 en la mayor calidad posible pagaría menos que para jugar al nuevo Wukong en una calidad inferior.
Todo este esquema está fundamentado en la base de que tanto la empresa como el usuario dispongan de una buena conexión a Internet, ya que el jugador no debe sentir desfase entre las acciones en el mando y el resultado en el personaje. Tal es así que actualmente ciertas empresas, para garantizar una adecuada sensación de jugabilidad, exigen que dispongas de una velocidad y estabilidad mínimas de conexión antes de hacer uso de su servicio.
A pesar de ser un concepto bastante antiguo, esta solución no ganó adeptos debido a las limitaciones de la conexiones domésticas de Internet de la época y sumó el hecho de que las empresas no apostaron por esta tecnología y sí por la digitalización del mercado físico de los discos de los videojuegos mediante la creación de bibliotecas digitales e invertir por la mejora del hardware y los procesadores.
A día de hoy, dos de las grandes compañías de videoconsolas, Microsoft y Sony, ya están ofreciendo la opción en la nube. Microsoft tiene dentro de su servicio Xbox Cloud Gaming la opción de acceder a más de 100 juegos que no poseamos en calidad 1080p y 60 FPS. Mientras que Sony, dentro de sus suscripción a PlayStation Plus Premium, posee una biblioteca más reducida de juegos que solo van desde la PS1 a la PS4 aunque a mayor calidad, a 4k y 60 FPS. Sin embargo, sí ofrece la posibilidad de jugar a ciertos juegos en la nube fuera del citado catálogo si se poseen de forma digital.
En la opción para ordenador, el abanico es más amplio y se ofrecen diferentes soluciones. Por un lado existe la opción de alquilar un ordenador con unas características determinadas, básicamente este plan de contratación nos permite conectarnos remotamente a un ordenador con las especificaciones que queramos o predeterminadas por la empresa dentro de su catálogo. Este plan no está optimizado para jugar, y se vende más como una medida para otros mercados como los de edición de imagen o programación. Por otro lado, tenemos la alternativa más orientada al juego que ofrece la empresa Nvidia. Mediante su servicio GeForce NOW, Nvidia permite sincronizar tus bibliotecas virtuales de Steam, GOG, etc. y en caso de que poseas alguno de los juegos de su catálogo cambiante, podrás jugarlo en la nube. En este caso, cada tipo de suscripción a GeForce Now te da acceso a un tipo de tarjeta gráfica.
Es por ello que estamos apreciando un acercamiento de las grandes corporaciones y del sector del entretenimiento a esta nueva visión del mercado de las consolas y de los videojuegos.
Como todo proyecto, tiene sus puntos fuertes y sus debilidades. Al margen de los aspectos positivos antes mencionados, podemos comprobar que los videojuegos en la nube permitirían acceder a una biblioteca mayor de videojuegos, brindando la posibilidad que un videojuego no fuera exclusivo de una plataforma por sus requerimientos de potencia, habilitaría poder jugar en cualquier parte del mundo y en cualquier sistema, incluso en tu móvil y facilitaría el acceso a personas con menores recursos a la comunidad gamer al no necesitar realizar una inversión inicial excesiva e incluso poder suscribirse al servicio solo en los momentos que el usuario quiera jugar.
Como aspectos negativos, la necesidad constante de internet lo convierte en su menor atractivo ya que, en este caso, no solo tendríamos que pagar la suscripción al servicio sino por una buena conexión a internet, encareciendo el total de la solución. De igual manera, los juegos no concebidos para ser jugados con internet, también llamados single player, verían mermada su popularidad en pos de juegos que fomenten la conectividad constante. Así mismo, al igual que esta sucediendo con el mercado de streaming, estos servicios inicialmente permitirán acceder a todos los juegos y recursos y luego irán incluyendo micro pagos para acceder a mayores opciones.
Junto con la tecnología de realidad virtual, se considera el cloud gaming una revolución dentro del mundo de los videojuegos
Todo esto se resume en varias opciones posibles para el futuro venidero. Las compañías de consolas podrían optar por sacar las nuevas generaciones de consolas sin grandes avances, y paralelamente, pujar poco a poco por la opción en la nube. Podrían buscar una solución mixta al vender una versión portátil de las consolas con una capacidad mínima de procesamiento para aquellos juegos menos exigentes e incluso permitir poder jugar, aunque sea en baja calidad, a los juegos de un solo jugador sin necesidad de internet y que la suscripción al servicio fuera más económica si se hiciera a través de su consola. O que directamente se decanten por la alternativa de directamente el servicio en la nube.
En mi opinión, y debido a la presión que están sufriendo Microsoft y Sony por el surgimiento de nuevos competidores y la aparición y éxito de las nuevas consolas portátiles de Steam y Asus, el futuro lógico nos da a pensar que la opción mas racional sería la de una consola portátil. No obstante, hasta que no se manifiesten nuevos rumores acerca de la nueva generación, a día de hoy, el peso de las pensamientos de la comunidad tiende a mantener la corriente de una nueva consola estándar y ver el juego en la nube como un mero complemento.
KOROSENAI