Como ya sabéis, la mayoría de los animes están previamente inspirados en un manga, al cual estos pueden serle fieles o convertirse en una adaptación. Cuando esto ocurre suele haber una cierta distancia en la historia entre los sucesos del manga, que van adelantados, respecto a los del anime, que van atrasados. Es por esto que en muchas ocasiones aparece el famoso relleno, usado principalmente para mantener dicha distancia y fijar un margen en la historia.
Los mangas normalmente suelen ser publicados semanalmente, pero también los hay mensuales e incluso trimestrales, aunque varía el número de hojas en sus capítulos en cada caso debido al tiempo que el/la autor/a ha tardado en tenerlo listo. Hay muchas ocasiones, especialmente en los casos de los mangas semanales, en las que ocurre algo que a los seguidores del manga no les hace ninguna gracia: el capítulo correspondiente a una semana no se lanza. Esto se puede deber a varios motivos como, por ejemplo, festividades en Japón, descanso del/la autor/a ,o que la propia revista que publica dicho manga lance un número especial con un contenido diferente esa semana, entre otras cosas.
En esas ocasiones la historia del anime está un poco más cerca del manga de lo que debería, por lo cual es necesario recuperar su correspondiente distancia con este. Entonces ocurre lo que a ningún seguidor del anime le hace gracia: quedarse sin su capítulo semanal. Al igual que hay varios motivos para que no se lance un capítulo de manga, los hay para que no se emita uno de anime. La principal suele ser, como ya he mencionado, mantener las distancias con el manga, pero también puede deberse a una programación especial para su emisión en Japón en el día y el momento que se debería haber emitido ese capítulo que tanto estábamos esperando ver.
Llevar animes al día es algo que siempre ha hecho especial ilusión en la comunidad otaku y que se ha convertido en una práctica común. Esto puede conseguirse siguiendo cierto anime o temporada de uno desde que se empieza a emitir o, en el caso de los duraderos, alcanzando el capítulo por el que se encuentran. A pesar de lo mucho que nos pueda encantar, como ya he mencionado, llega a convertirse en algo duro en muchas ocasiones.
Si además del anime se lleva su respectivo manga al día se hace más duro aún, dado que son mayores las ansias por ver animada esa escena que tanto nos impactó en el cómic, pero independientemente de ello sigue existiendo el problema del relleno y esas ocasiones en las que no se emitirán capítulos. En el caso de los animes independientes, es decir, que no están inspirados en un manga, se evita el problema del relleno y el tener que cancelar la emisión de un capítulo por mantener las distancias con el manga, pero no otros problemas como las programaciones especiales de su cadena televisiva o las distintas festividades de Japón.
Este conjunto de circunstancias provoca en muchos casos una sensación de dejadez, causando que se dejen muchos animes de lado, terminando por dejar de llevarlos al día o directamente encontrarse con no empezar un nuevo anime desde su inicio y esperar hasta que este haya terminado. Todo depende de cada persona, de capacidades como su paciencia y de lo mucho que le pueda gustar o el tiempo que lleve esperando cierto anime o cierta temporada.
¿Y tú, qué tal llevas o llevarías un anime al día?
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