Hoy día la piratería está muy presente en nuestra vida diaria, asunto espinoso y polémico, pero, ¿qué persona no ha visto alguna película serie de forma ilegal a través de las diferentes plataformas y programas que permiten este tipo de prácticas? Y, todo esto… ¿nos beneficia o nos perjudica?
Se define como piratería la distribución o reproducción ilegal de contenido para su utilización comercial o particular. Sea deliberada o no, la piratería informática es ilegal y está castigada por la ley. Este término fue creado por la industria británica del copyright en el siglo XVII, para referirse a la copia de obras literarias, musicales, audiovisuales, de software o de invenciones efectuada sin el consentimiento del titular de los derechos de autor o, en su defecto, sin autorización legal.
En los últimos años, la industria del entretenimiento ha estado librando una batalla interminable contra la piratería. Su objetivo de erradicarla ha conseguido cumplir algunos objetivos, pero hay tantos métodos en la red que es imposible acabar con ella en su totalidad dada la inmensidad de Internet.
Este estudio, llamado “The ‘Invisible Hand’ of Piracy: An Economic Analysis of the Information-Goods Supply Chain” ha sido realizado por investigadores de la Universidad de Indiana, y echa por tierra el argumento de que, cuantas menos vías para acceder a la piratería tengan los usuarios, más comprarán de manera legal.
Según en análisis que han realizado, la piratería ayuda a que tanto el creador como la distribuidora limiten el precio del contenido. Si no tuvieran que luchar contra esa competencia en la sombra que es la piratería, ambos podrían poner el precio que quisieran. Esto hace que el precio de suscripciones de plataformas de streaming se acerque más al óptimo económico.
Un ejemplo claro que ponen los investigadores es el de Juego de Tronos. La serie ha sido la más pirateada de la historia, siendo la más descargada en 2018 aunque no se emitieran nuevos capítulos. A pesar de ello, HBO no está haciendo mucho por evitar la piratería de la serie, algo con lo que, de todas formas, tampoco pueden luchar. Gracias a ello, la piratería hace que las suscripciones de HBO se mantengan con un precio más reducido, obligando a que ni dicha plataforma ni las que emiten su contenido puedan cobrar un precio desmesurado por esas emisiones, a pesar de que tienen el monopolio sobre ese contenido.
Una edición especial de cierta película se puede lanzar ahora en Blu-ray, años después que en The Pirate Bay. La piratería ayuda a acercar mucho contenido a los usuarios y, por ello, los autores de la investigación recomiendan a las plataformas creadoras de contenido que hacer caso omiso de la piratería puede resultarle beneficioso a largo plazo.
No les están diciendo que incentiven la piratería, pero sí que su existencia les beneficia en parte, ya que un precio asequible anima a muchos usuarios a suscribirse a estas plataformas.
Los investigadores añaden que, si bien en estos casos la piratería ayuda a mantener los precios bajos y es positiva, en otros es posible que sí tenga un efecto negativo directo en las ventas de determinado contenido, sobre todo en el distribuido de manera física. Sin embargo, la investigación ayuda a recalcar uno de los beneficios positivos que tiene la piratería, además de otros muchos, como acercar el contenido a un mayor número de personas. Por ejemplo, el hecho de que una película o una temporada de una serie se puedan ver piratas ayuda a que los consumidores puedan ir luego a ver la secuela al cine, o a adquirir una suscripción a la plataforma de streaming para ver la nueva temporada de esa serie. En el caso de la música, alguien puede piratear la discografía entera de un cantante, pero luego puede pagar 70 euros por verlo en directo en un concierto. La piratería ayuda a regular el precio del mercado, no solo en lo referente al contenido multimedia e industria cinematográfica, sino que también afecta a otros industrias como pueden ser las distribuidoras de Software y muchas otras más.